UN PASEO ENTRE VIÑEDOS CON JESÚS LÁZARO RUIZ, DE AEQUITAS ABOGADOS
Que la gente de Talavera conozca este maravilloso mundo del
vino, es para Finca Constancia un inmenso placer” Beatriz Paniagua, gerenta y
enóloga de Finca Constancia.
¿Por qué asesoramiento empresarial?
Pues porque pertenezco a una familia de empresarios por ambas partes. Así que comprendo perfectamente los desvelos, trabas, y problemas que tienen en su día a día los empresarios. Crear y mantener una empresa es una ardua labor que necesita de un asesoramiento legal multidisciplinar, no basta con un mero asesoramiento de la asesoría fiscal o laboral. En este sentido nuestros clientes nos trasmiten las seguridad que tienen cuando confían en nosotros.
Un pilar fundamental de mi vida, es una vocación llevada a la realidad que te da algunos sin sabores y decepciones, pero también muchas alegrías. Cuando logras la satisfacción de un cliente te sientes plenamente recompensado.
El Derecho abarca muchos campos, hoy por
ejemplo ya hay un Derecho de las Nuevas Tecnologías, y está en constante
evolución. En este sentido los jóvenes que salen ahora al mercado laboral
tienen una formación teórica muy al día, pero les falta un conocimiento
práctico importante, por lo que hemos detectado con los becarios colaboradores
que han hecho prácticas en el despacho. Evidentemente la carrera de Derecho
aporta esta savia nueva a la sociedad que tras su formación práctica, en un
futuro próximo serán unos profesionales de bastante valía.
Este mes, Got Magazine, invita a un gran amante de los vinos
de la tierra, Jesús Lázaro Ruiz, abogado de Talavera de la Reina, y fiel
seguidor de los vinos de Parcela de Finca Constancia, con él y con Beatriz
Paniagua recorremos cada rincón de la bodega para descubrir esos matices que a
los “mortales” se nos escapan, y aprovechamos para conocer un poco más a
nuestro invitado y su trayectoria profesional.
En primer lugar, ¿Por qué eligió
estudiar abogacía?
Elegí estudiar Derecho porque tenía
claro que quería ser abogado, y aunque en mi familia querían que hubiera
opositado a judicaturas yo siempre tuve claro que me tiraba más la abogacía.
¿Cómo recuerda sus primeros años de
profesión y su primer caso?
Buff, pues mi primer caso fue una
agresión en un pueblo cercano y menos mal que lo pude acordar antes de
entrar a Sala porque estaba hecho un flan. Los primeros años, echando la vista
atrás los recuerdo con cariño, eran años donde había muchos juicios cambiarios
que hoy casi no se ven, muchos procedimientos que hoy ya no existen.
Había muy buena relación entre los compañeros letrados, y se trabajaba a un
ritmo mucho más pausado, pero claro también se cobraba más por los asuntos.
Pues porque pertenezco a una familia de empresarios por ambas partes. Así que comprendo perfectamente los desvelos, trabas, y problemas que tienen en su día a día los empresarios. Crear y mantener una empresa es una ardua labor que necesita de un asesoramiento legal multidisciplinar, no basta con un mero asesoramiento de la asesoría fiscal o laboral. En este sentido nuestros clientes nos trasmiten las seguridad que tienen cuando confían en nosotros.
¿Cuáles son los servicios que Aequitas
ofrece al cliente?
Son unos servicios a la carta, porque
cada cliente es distinto, y cada caso es diferente. No puedes tratar igual a
una empresa con cien trabajadores que a otra de cinco. Y no puedes tratar igual
un caso de violencia de género que una agresión en un bar, por ejemplo. Cada
caso y cada cliente necesitan una respuesta específica y a su medida.
¿Qué es para ti ser abogado?
Un pilar fundamental de mi vida, es una vocación llevada a la realidad que te da algunos sin sabores y decepciones, pero también muchas alegrías. Cuando logras la satisfacción de un cliente te sientes plenamente recompensado.
¿Qué es Aequitas? ¿Cómo es su día
a día?
Aequitas es un despacho con experiencia,
pero muy ágil de respuesta y con mucha capacidad de adaptación a todos los
cambios legislativos, aunque principalmente somos un equipo de cinco compañeros
que ejercemos nuestra profesión con pasión por defender los intereses de
nuestros clientes, y sobre todo peleando todos los asuntos al máximo.
¿Qué consejo le daría a un joven abogado
que comienza a ejercer su profesión?
Que estudie mucho, que no se desmorone,
y sobre todo que tenga mucha paciencia. La labor de pedir Justicia no es fácil
ni agradable muchas veces.
¿Qué es lo que más le ha costado de esta
profesión?
Poder evadirme de los problemas y de los
asuntos cuando salgo del despacho. Es muy difícil dejar de pensar en ellos,
pero con el tiempo cada vez puedes dejarlos dentro del despacho y disfrutar de
tu tiempo libre.
Por último, ¿Qué crees que aporta la
carrera de derecho a la sociedad de nuestros días?
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