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La tercera entrega de Vagamundos nos lleva directamente a Shanghai


Fundada sobre el siglo XI d.C por refugiados chinos que huían de la expansión mongola, poco más de mil años le han bastado a Shanghai para convertirse en la urbe más poblada de China. Con 24 millones de habitantes esta gran ciudad es además la capital económica de la segunda potencia mundial en términos de PIB, la República Popular China. Su evolución histórica es larga y compleja. Tras un largo periodo de dominio local, en los dos últimos siglos la ciudad y sus moradores se han tenido que abrir a la afluencia de visitantes extranjeros. Esto se ha debido principalmente a las concesiones extranjeras creadas tras las guerras del opio, con objetivo comercial, y a la posterior ocupación japonesa.


El hecho de haber sido ocupada durante tantos años por foráneos la ha conferido ese ambiente cosmopolita que tanto contrasta con la hermética cultura china. Pese a eso, no mucha gente habla inglés, por lo que os será difícil obtener indicaciones o ayuda por la calle, lo mejor es descargarse una app con mapas offline. Yo uso Citimaps2go que además contiene artículos de la wikipedia, restaurantes, etc...

El trayecto desde el aeropuerto internacional de Pudong lo podemos hacer por poco más de 7 en un futurista tren de levitación magnética, que alcanza nada menos que 430 km/h. Una vez en la ciudad la visita estrella es la zona del Bund con sus vistas a Pudong.

El Bund es una especie de paseo marítimo del caudaloso río Yangtsé, donde en la primera mitad del siglo XX se empezaron a construir señoriales edificios que albergaban bancos, hoteles, etc? en lo que se conoció como el Wall Street de Oriente.


Paseando por el Bund tendremos la vista mas impresionante y famosa de la Shanghai: los rascacielos iluminados de Pudong, el barrio financiero. Nada nuevo puedo deciros sobre esta famosa imagen de postal, salvo que en directo resulta todavía mas impresionante, sobretodo de noche.

Uno de los edificios estrella de Pudong es la Perla de Oriente (compuesta por formas esféricas conectadas) cuyo interior se puede visitar. Contiene un museo muy ameno sobre la historia de la población y un sobrecogedor e inolvidable mirador con suelo de cristal. Con vistas de 360 grados a toda la ciudad.

A parte de las zonas ya mencionadas, podemos visitar el jardín Yuyuan, el cual se creó durante la dinastía Ming hacia 1590. Que además del parque, se compone de edificaciones de la época, las cuales albergan una zona de restauración y comercios.También como zona histórico/gastronómica/comercial podemos visitar la Concesión Francesa, que es el barrio que ocuparon los franceses al ganar la segunda guerra del opio en 1860, con un estilo arquitectónico propio y característico dentro de la urbe.


Sobre restaurantes poco os puedo recomendar, dado que no soy muy amigo de la cocina china, la cual, por cierto, poco tiene que ver con la que han exportado a España. Solo os recomiendo que busquéis un restaurante con fotos en la carta, ya que es difícil que los camareros hablen inglés.Desconfiad además de relaciones publicas que os capten por la calle, ya que conozco a quién, después de comer, han intentado cobrar sumas abusivas basándose en malentendidos.

Con respecto a la vida nocturna Shanghai cuenta con una amplísima y rica oferta en locales de ocio, la mayoría de estilo occidental con ambiente y música internacional.

Si solo me pudiese quedar con 3 para salir esta misma noche empezaría en Vue Bar, un restaurante/chillout situado en las tres últimas plantas del hotel Hyatt on the Bund, con unas vistas panorámicas al Bund y a Pudong, con jacuzzi incluido en la azotea.

De ahí iría al Bar Rouge, en el corazón del Bund, un local muy chic para empezar la fiesta con una terraza desde la que ver los impresionantes rascacielos iluminados. Y para terminar la noche nada mejor que M1NT, un vanguardista club electrónico donde los protagonistas son unos tiburones nadando en una larguísima pecera.

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