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¡TENGO FLATO!

Todos, alguna vez, hemos sufrido flato. Identificamos perfectamente su aparición y el tipo de dolor, pero, ¿sabemos qué es el flato? No es, ni mucho menos, una pregunta habitual que se nos haga como fisioterapeutas en nuestras consultas ya que la molestia aparece y desaparece muy rápidamente. Aún así, nos parece interesante dar a conocer en qué consiste el flato exactamente y cómo prevenirlo o eliminarlo ya que en muchas ocasiones el deportista tiene que parar para recuperarse.



El flato se define como un dolor abdominal transitorio (DAT) unido a la práctica deportiva. Es un dolor agudo y muy intenso localizado en un lateral del abdomen por debajo de las costillas y, con mucho menor frecuencia, en la zona de la clavícula.
No se sabe la causa concreta de su aparición pero se sospecha que puede estar relacionado con una excesiva rigidez e hipertonía de la musculatura estabilizadora de la columna ( las personas con cifosis o con actitud cifótica por la fatiga tienen mayor riesgo de parecer flato), con un aporte insuficiente de sangre al diafragma y por tanto de oxígeno, con una tensión en los ligamentos que unen el estómago con el diafragma o con una irritación del peritoneo que es la membrana que recubre los órganos abdominales por el rozamiento que se produce durante el ejercicio. Se ha observado que las personas de más edad tienen menos riesgo de padecerlo y que no hay diferencias entre hombres y mujeres.
¿Qué hacemos cuando aparece? Es muy importante coger aire profundamente, hacer estiramientos del lado afectado, presionar el punto de dolor y, por último, alargar la expulsión del aire frunciendo los labios.Podemos prevenir el flato teniendo una alimentación adecuada que no provoque problemas de estómago, respirar de manera uniforme y evitar balanceos bruscos del tronco.

Ya existen algunos artículos que han encontrado una relación muy estrecha entre la ingesta de líquidos o sólidos previa a la práctica deportiva, lo cual apoya la teoría de que con el estómago lleno se tensan los ligamentos que lo unen al diafragma y aparece el dolor. Por eso se recomienda evitar tomarlos entre una o dos horas antes del ejercicio. La natación y el running son los deportes con mayor frecuencia de aparición del flato.

Redacción: Fisioterapia Athenea

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