¿Por qué puede doler la cabeza?
A todos alguna vez nos ha dolido la cabeza en algún determinado momento de nuestras vidas. Existen muchos tipos de dolores de cabeza (jaquecas, migrañas, etc.) aunque nos vamos a centrar en las cefaleas tensionales por ser más susceptibles de tratamiento fisioterapéutico y por ser las más comunes.
Las cefaleas tensionales suelen producirse por contracturas en la musculatura del cuello unidas a otros factores determinantes de carácter emocional como, por ejemplo, el estrés, conflictos, fatiga laboral, etc.
Identificamos una cefalea tensional por síntomas como dolor normalmente bilateral y
en algunos casos unilateral centrado en la frente, en las sienes y en la nuca. Suele ser un dolor
sordo, difuso, similar a presión en la zona.
Desde la fisioterapeuta podemos abordar estas patologías con múltiples técnicas
dirigidas a relajar la musculatura cervical, más concretamente la musculatura de la nuca,
aunque tendríamos que valorar, también, la musculatura temporomandibular por estar
estrechamente relacionada con los dolores de cabeza.
Podemos realizar también punción seca en puntos dolorosos de la musculatura que esté afectada, así como técnicas osteopáticas si se considerara oportuno. Cabe destacar que la ingesta abusiva de analgésicos y antinflamatorios únicamente esconde o controla el dolor mientras dura el efecto de la medicación, pero no llega al origen del mismo. Por ello, hay que evitar en la medida de lo posible el uso repetido de estos fármacos y acudir al fisioterapeuta para que te proponga un protocolo de tratamiento adecuado a tu caso.
Si eres una persona propensa a tener cefaleas te recomendamos, identificar malos
hábitos posturales, realizar estiramientos de la musculatura cervical y controlar, sobre todo,
los niveles de estrés. Asimismo, debes moderar el consumo de alcohol, cafeína, chocolate y
lácteos por ser alimentos favorecedores del dolor de cabeza.
Identificamos una cefalea tensional por síntomas como dolor normalmente bilateral y
en algunos casos unilateral centrado en la frente, en las sienes y en la nuca. Suele ser un dolor
sordo, difuso, similar a presión en la zona.
Desde la fisioterapeuta podemos abordar estas patologías con múltiples técnicas
dirigidas a relajar la musculatura cervical, más concretamente la musculatura de la nuca,
aunque tendríamos que valorar, también, la musculatura temporomandibular por estar
estrechamente relacionada con los dolores de cabeza.
Podemos realizar también punción seca en puntos dolorosos de la musculatura que esté afectada, así como técnicas osteopáticas si se considerara oportuno. Cabe destacar que la ingesta abusiva de analgésicos y antinflamatorios únicamente esconde o controla el dolor mientras dura el efecto de la medicación, pero no llega al origen del mismo. Por ello, hay que evitar en la medida de lo posible el uso repetido de estos fármacos y acudir al fisioterapeuta para que te proponga un protocolo de tratamiento adecuado a tu caso.
Si eres una persona propensa a tener cefaleas te recomendamos, identificar malos
hábitos posturales, realizar estiramientos de la musculatura cervical y controlar, sobre todo,
los niveles de estrés. Asimismo, debes moderar el consumo de alcohol, cafeína, chocolate y
lácteos por ser alimentos favorecedores del dolor de cabeza.
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